El domingo, con la lluvia de fondo y la cercanía de siempre, compartí en vivo la presentación de esta nueva cápsula. Es una colección que nace desde la búsqueda de lo versátil: prendas pensadas para adaptarse a distintos cuerpos, momentos y formas de usar la ropa. No se trata solo de estética, sino de funcionalidad, comodidad y uso real.
Trabajé con materiales que me gustan y en los que confío: lino, algodón, rayón y una gabardina liviana. Las prendas tienen cortes amplios, con detalles como elásticos y frunces que evitan tener que ajustar, meter dentro del pantalón o pensar demasiado cómo llevarlas. La idea es que puedan usarse tal cual son, con libertad.
Entre las blusas que presenté están:
- Rania, de algodón liviano, con mangas globo y elástico a la cintura.
- Amapola, con botones bronceados y un entalle que se logra gracias a elásticos laterales.
- Artemisa, de lino, con detalles en mangas y botones al frente, más larga que las otras dos.
Todas son talle único, y las pensé para que puedan acompañar distintos momentos del día: un encuentro informal, una salida más arreglada o incluso una fiesta, dependiendo de cómo se combinen.
El pantalón Denver fue otra de las piezas importantes. Es tipo palazzo, con pinzas, bolsillos y cintura con elástico. Lo desarrollamos en cuatro talles (S, M, L y XL) y en varios colores, incluyendo blanco, negro y gris. Quise que fuese una base sólida, de esas prendas que se pueden usar mil veces sin cansarse.
También presenté el conjunto Capri, de lino, con camisa y pantalón. Mostré cómo puede adaptarse a una reunión de trabajo, una salida o la playa. Me importa mucho que cada prenda combine con las demás y que con pocas piezas se puedan armar muchos conjuntos. No creo en tener “mucha ropa”, sino en elegir bien.
Volvió el pantalón Lola, de gabardina fina, con bolsillos ocultos y cintura con botón y cierre. Es un modelo que vengo haciendo por tercera vez porque me lo siguen pidiendo. Para mí, eso es señal de que funciona.
Uno de los lanzamientos que más me entusiasmó mostrar fue el vestido Isabel, también en gabardina. Tiene mangas largas, bolsillos y elásticos laterales. Me llevó tiempo lograr que quede bien en la parte superior, en la cintura y en la caída, pero estoy contenta con el resultado. Se puede usar cerrado como vestido o abierto tipo trench. Está disponible en crema, arena y negro.
Casi al final del vivo, mostré un prototipo que todavía estamos definiendo: un conjunto de blusa halter con lazo al cuello y una falda corta. Me lo probé en vivo y pedí opinión para saber si seguimos adelante con esa línea. Si avanzamos, la idea es hacerlo en negro, blanco y en ese color arena que mostré, sujeto a disponibilidad de tela.
Todo esto lo hago con mucho compromiso. Me importa que lo que propongo se sienta real, posible, y que acompañe. Sigo creyendo en diseñar con intención, en mostrar sin filtros, y en pensar la ropa no como algo para “usar una vez”, sino como algo que nos acompaña. Cuando algo está hecho con dedicación, se nota. Y eso es lo que intento transmitir en cada cápsula.
Besos,
Lu.