Hola, ¿cómo están?

Hoy quería hablarles de algo que parece un detalle pero que marca la diferencia cuando armamos un look: los colores

Hay una regla que usamos mucho las estilistas y que a mí me salva siempre: no más de tres colores por conjunto. ¿Por qué? Porque el ojo humano tiende a perder el foco cuando hay más de tres tonos compitiendo entre sí. En cambio, cuando mantenés una paleta acotada, el outfit se ve más prolijo, más elegante y, sobre todo, más pensado.

¿Y qué cuenta como “color”? Todo: el jean, el calzado, los accesorios. Si llevás un jean azul, un sweater crudo y unas botas suela, ya tenés tres colores. Si querés sumar algo más, buscá que sea un detalle chiquito o algo dentro de la misma gama.

No es que esté prohibido mezclar más —si sabés hacerlo, adelante—, pero si estás en esa de “no sé qué ponerme” o de sentir que todo se ve medio desordenado, probá con esta regla. Te va a encantar el resultado.

Espero que les sirva este tip, como siempre me gusta compartir lo que a mí me funciona también para vestir cómoda, con onda, y sin complicarnos la vida.

 

 
 
 
 
 
Ver esta publicación en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida por Shelosophy (@shelosophy.ar)

Un beso,

Lu